Empresarios como Manuel Jove, Rosalía Mera, José María Castellano o José Silveira Cañizares han adquirido en el primer semestre de este año considerables sumas de deuda pública, tanto del Estado como las emitidas por las comunidades autónomas. Lo hacen a través de sus sociedades de inversión colectiva después de que todos ellos cambiasen sus sicav originales por vehículos de inversión libre. Según los datos remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la empresaria Alicia Koplowitz o la familia Del Pino también han estado muy activos a la hora de aprovechar el rendimiento de la batalla de la deuda soberana. Amancio Ortega disolvió sus tres sociedades inversoras (Gramela, Alazán y Keblar) en diciembre del año pasado.
Manuel Jove tiene tres sociedades de inversión colectiva activas: Bourdet, Doniños y Baldaio. La primera de ellas había invertido, a cierre del mes de junio, 381.000 euros en la adquisición de deuda pública a más de un año. Otros 949.000 euros fueron para obligaciones de menos de doce meses. Con Doniños, con un patrimonio de 72,7 millones, adquirió deuda emitida por la Xunta por casi 250.000 euros (a menos de un año). En el último semestre de 2010 había invertido casi tres millones de euros en letras del Tesoro de España. Con su tercera sociedad, Baldaio (32,1 millones de patrimonio) adquirió 250.000 euros más de deuda gallega y 259.000 euros de la catalana. En obligaciones del Estado se hizo con más de 1,5 millones de euros, según los folletos de la CNMV.
José Silveira Cañizares, presidente del Grupo Nosa Terra, es el único empresario importante cuya sociedad de inversión colectiva está domiciliada en Galicia (Vigo). La firma se llama Títulos Galicia, y cuenta con un patrimonio de 3,858 millones de euros. Con ella adquirió 100.000 euros de deuda emitida por la Generalitat Valenciana, y otros 96.000 euros de deuda soberana española a menos de un año.
Soandres de Activos pertenece a Rosalía Mera, presidenta de la Fundación Paideia. Con un patrimonio de 329 millones de euros, adquirió casi doce en obligaciones del Tesoro. La mayor parte de sus inversiones se realizan fuera de España, como ha hecho siempre la empresaria coruñesa. El presidente de NCG Banco, José María Castellano, realiza sus inversiones a través de dos sociedades: Dorneda y Carivega. Ambas están presididas por su esposa. Con la primera se hizo con bonos de la Generalitat catalana, y otros 744.000 en letras del Tesoro en el primer semestre. Con Carivega optó por obligaciones del Estado por otros 644.000 euros. Entre las dos suman un patrimonio de algo más de 9,5 millones de euros.
Felipa Jove (Brunara) también apostó por deuda pública española, tanto en deuda a largo plazo como a menos de un año. Se hizo con 21 millones en obligaciones del Estado a través de su sociedad de inversión, que cuenta con un patrimonio de 153 millones.
Alicia Koplowitz fue la primera gran fortuna que transformó su sicav en una hedge fund. Morinvest, con 473,6 millones de patrimonio, se hizo con 2,9 millones de los llamados bonos patrióticos catalanes, por otros 907.000 euros de deuda emitida por la Comunidad de Madrid. Adquirió asimismo 2,990 millones en deuda gallega. Koplowitz apostó también por bonos del Tesoro con un desembolso de diez millones de euros.
